Jordi Fornas, el hombre que diseñó a Serrat
CARLES GÁMEZ
(EL PAÍS) 18/09/2011
Con discreción y sin apenas eco mediático el pasado 1 de septiembre fallecía el diseñador gráfico Jordi
Fornas (Barcelona, 1927- 2011). Formado en la Barcelona de posguerra, Fornas puso cara y ojos a algunos
de los proyectos claves del catalanismo cultural de la década de los sesenta: Edicions 62, Edigsa, Serra
d'Or... Eran los años de otros pioneros y creativos como Leopoldo Pomés, Alexandre Cirici Pellicer o Josep
Pla-Narbona, que dotaron de modernidad en el rostro publicitario.
Formado junto al diseñador italo-suizo Sandro Boccola, Fornas consiguió, junto con Daniel Gil, proyectar "el
instinto y la emoción, cada uno a su manera, al libro de bolsillo, renovando un producto y un mercado
anacrónicos", como señala el diseñador Enric Satué. Para Edicions 62, Fornas creó, entre otras, la colección
La Cua de Palla
de novela negra. Recorrió también otros territorios editoriales pero fue en la
discográfica Edigsa, hogar de la
nova cançó,
donde encontró una mayor proyección popular. Siguiendo
algunas de las pautas del sello Blue Note, Fornas creó una insólita colección de portadas de discos que
regeneraron el panorama del diseño discográfico español. En esto fue fundamental la colaboración con el
fotógrafo Oriol Maspons, con quien formó un tándem que ofreció a los seguidores del disco en catalán un
producto con valor añadido. Para el primer disco de Raimon,
Al vent
, el objetivo de Maspons captó la
mirada de un joven revolté y camusiano. Fornas se sumó al espíritu de rebeldía moviendo con
antiacademicismo la tipografía de los títulos de las canciones.
Fornas fue, sobre todo, el forjador de la imagen de un primerizo Serrat, un joven intérprete de mirada
adolescente y un cierto aire de Adamo catalanizado. El diseñador dibujó y acuñó el estilo
nueva ola
del
debutante; para su tercer disco,
Cançó de matinada,
fijó para siempre la imagen del nuevo príncipe de las
cosas cotidianas. Un muchacho descalzo que miraba a la cámara con cierta timidez: el triunfo del ídolo
cercano.